Pulido

Las trefilas son la clave de la producción de alambre. Su calidad final depende de ellas.
Por eso, es evidente que no dejamos el reacondicionamiento de las trefilas desgastadas en manos ajenas.

Cada semana necesitamos entre 2300 y 2800 trefilas. Después de un cierto número de kilómetros, deben pulirse hasta alcanzar el diámetro inmediatamente superior. Este proceso se efectúa en pulidoras de desarrollo propio con la máxima precisión y con empleados especialmente formados.